Cuando todo es nada.

Sentir como un escalofrío recorre tu cuerpo, desde la cabeza hasta las puntas de los dedos de los pies ¿por qué? Llámalo señal. Sientes que algo va mal y no sabes que es ni como solucionarlo. Escuchar esa canción una y otra vez mientras miras al techo tumbada en la alfombra de tu habitación con los cascos puesto y aislándote de todo, creando tu propia burbuja y ahogándote en tu propio vaso. Das vueltas a todas las cosas que se te pasan por la cabeza, vuelves a escuchar esas palabras que salieron por tu boca, las analizas y te arrepientes, piensas y recapacitas en todo lo que ha ocurrido intentando buscar una solución pero no sacas nada en claro. Puede que sea eso, que seas tu y por ese hecho el escalofrío te halla recorrido el cuerpo a ti y no a otra persona, avisándote de que algo va mal. Por mucho que te estrujas la cabeza, no lo ves ni principio ni final y tu tirada en esa alfombra esperas que llegue una señal que te ayude, una señal milagrosa pero que, aunque, por mucho que la esperes no aparece. No llega.